domingo, 14 de febrero de 2016

Supervisión Activa en equipos de atención residencial de Rehabilitación Psicosocial en Salud Mental - PARTE II

PARTE II



La técnica

Se facilita esta participación dando al principio la opción a los profesionales de que ocupen uno de los tres espacios posibles:

Actores principales: son lo que primero se eligen para crear una escena
Actores secundarios: participan una vez seleccionados los primarios
Publico: solo pueden observar la representación y participar en el eco grupal.

Después de cada escena se les da la opción a los participantes de que puedan cambiar de lugar si así lo desean.

 Durante el caldeamiento se trabaja la creación de escenas, o se proponen desde la coordinación, también pueden crearse escenas mixtas. Siempre la escena a representar tiene que ser aceptada por el grupo mediante una votación sociométrica, de manera que pueda ser considerada un emergente grupal.

La escena puede tratarse de una historia, una situación o un hecho puntal que quiere explorarse desde diferentes ángulos, por lo que en una sesión pueden trabajarse más de una escena.

Los nudos, son momentos en la representación que por indicación de los actores (se traban, requieren ayuda, se acompañan de una gran significación afectiva) o del protagonista, presenta una gran condensación de significación y emocionalidad, dando en algunos casos a la aparición de resistencias o de una catarsis grupal o individual.

El director puede decidir en trabajar ese nudo mediante diferentes técnicas creativas (fundamentalmente la multiplicación dramática) o dejarla llegar a su clímax. Debe recordarse aquí que este no es un espacio terapéutico sino de supervisión de equipo por lo que son muchas las variables a tomar en cuenta a la hora de decidir continuar o parar, dado que el objetivo debe ser cuidar a los profesionales lo cual no implica siempre llevarlos al límite.

Si se decide parar, esto no implica detener la representación sino continuarla, previa aceptación del protagonista (al que se le pregunta si desea continuar), sino utilizar el doblaje, el cambio de rol o la multiplicación dramática para que la escena continúe con otro actor. El protagonista decide si quiere seguir en la representación, vivirla desde otro rol, o presenciarla en espejo.

Otra técnica habitual en los nudos son los soliloquios, se detiene la escena para que el protagonista y los yo auxiliares puedan decir cómo están en ese momento, también puede darse la opción de probar otras conductas o intervenciones, incluso jugar con ella.

El juego es una herramienta fundamental en esta técnica ya que nos encontramos con que los actores son profesionales y directores del recurso, que además de esta situación puntual de trabajo, conviven y comparten una multiplicidad de procesos que se desenvuelven en la cotidianeidad del día a día de trabajo. Es en estos espacios en donde también surgen roces y fricciones entre los miembros del equipo, algunos de ellos manifiestos, pero una buena parte latentes, fundamentalmente aquellos que incluyen diferentes estatus dentro del centro (un educador y un director por ejemplo)


Incluir el juego permite que se exprese entre los miembros del equipo contenidos que de otra forma no podrían decirse, crear un espacio de juego, de respeto y de seguridad es fundamental, por lo que suele ser útil aclarar que el desempeño en el Simulacro no será utilizado para otro tipo de valoración institucional, como la evaluación por competencias o el feedback anual (que hay en algunos centros).

Posiblemente este aspecto lúdico limite la intensidad de la catarsis que provocan las escenas, pero recordamos que este no es un espacio terapéutico sino de supervisión de profesionales y esta limitación se compensa por la mejora en el clima grupal, la confianza y el deseo de trabajar juntos, además de los beneficios que el entrenamiento de la espontaneidad conlleva a la hora de abordar situaciones difíciles y complejas.

Limitaciones de esta metodología
Hemos observado que la realización y mantenimiento de la actividad en el equipo se beneficia de que alguno de los profesionales tenga conocimientos de psicodrama. Aunque el simulacro puede llevarse a cabo de manera simplificada en un equipo debidamente preparado y motivado.

La efectividad de la acción depende de la motivación del equipo y la receptividad de la mayoría a intervenciones de tipo experiencial. Asi como a la confianza interna en el propio equipo (unidad). Es fundamental también la implicación e los directores en la legitimación de la actividad, y en la planificación de la misma. El sistema deja expuesto a cada trabajador frente a sus dudas y limitaciones por lo que puede se vivido con malestar, y convertirse en una resistencia.

Beneficios manifestados por lo equipos
  • Asimilar los protocolos de forma creativa en vez de meramente normativa.
  • Aumenta la confianza en el resto del equipo cuando se requiere una intervención coral que incluye a varios miembros del mismo.
  • Permite a cada trabajador y a sus compañero, conocer el estilo vincular individual, sus fortalezas y sus limitaciones, y la manera de complementarse de forma eficaz.
  • Entrena la espontaneidad, de manera que la respuesta inmediata se vuelve mas eficaz.
  • Produce beneficios relacionados con el burn out, por su función catártica y como modo canalizar dificultades con el equipo y la dirección de forma adecuada, de modo que revierta en un aprendizaje grupal.


Los equipo agradecen la ayuda para trabajar cuestiones “reales” de su práctica, esta alusión a la realidad entiendo que se relaciona con el aspecto vivencial dela metodología que permita una representación  ”realista” de los sucedido

Es importante que en cada situación cada trabajador intervenga en función de aquellas habilidades vinculares en los que se haya fuerte y pueda apoyarse en compañeros en aquellas situaciones que requieren otro tipo de habilidades.

El peligro percibido aumenta en tanto y en cuanto el trabajador debe exponerse en áreas en las que no está entrenado o tiene dificultades, aumentando la posibilidad de error y que la situación se desborde produciendo un perjuicio para todos los implicados.

Un elemento común de las dos escenas iniciales trabajadas (escena 1 y 2) es que en ambos casos el equipo se anticipó a la violencia, actuando como si la agresión ya se hubiera consumido antes de que esta tomara forma. En ambos equipo se produjo la misma ruptura del equipo, perdiéndose la posibilidad de una respuesta coral a la situación, en general mucho más efectiva. Algunas reacciones de los miembros del equipo, como huir de la escena, acrecentaron la sensación de peligro en el equipo que se quedó, y empero las manifestaciones de violencia del usuario, llegando a concretarse en la escena1 en actos de agresión directa contra un trabajado y requiriendo en ambos casos la presencia policial, con los efectos que esto produce a los demás residentes no implicados, y lo estigmatizador que es para la residencia ante la comunidad de vecinos.

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