PARTE I
A continuación comparto con vosotros una artículo en el que presentamos un trabajo realizado con técnicas activas y psicodramáticas, con un equipo de rehabilitación psicosocial. Como en otras ocasiones para que no sea tan largo, lo he dividido en 3 partes que se publicarán cada lunes de las próximas semanas.
Un saludo a todos
A continuación comparto con vosotros una artículo en el que presentamos un trabajo realizado con técnicas activas y psicodramáticas, con un equipo de rehabilitación psicosocial. Como en otras ocasiones para que no sea tan largo, lo he dividido en 3 partes que se publicarán cada lunes de las próximas semanas.
Un saludo a todos
Artículo publicado por la Asociación Española de Psicodrama (AEP), España, 2015. ISBN: 978-84-608-1791-8.
AUTORES: Alejandro Chévez**, Beatriz
Horta* y Andrea Montuori**
*Terapeuta Ocupacional de la Mini
Residencia de Rehabilitación Psicosocial de Alcobendas
**Coordinadores de la Asociacion de
Acompañamiento Terapéutico y Teatro Espontáneo PASOS.
Resumen
Los participantes al taller
replicaran la experiencia de simulacros que se trabajó en las supervisiones de
las miniresidencias de rehabilitación psicosocial madrileñas, donde se aplicó
esta metodología. La supervisión activa consiste en la utilización de técnicas
de psicodrama aplicadas a otros ámbitos de intervención, en este caso equipos
de rehabilitación psicosocial. Se representará una escena relacionada con el
trabajo cotidiano en una miniresidencia de salud mental, para ello se dividirá
a través de técnicas de caldeamiento específico e inespecífico se trabajará
sobre una escena, surgida en el grupo y una escena real ocurrida en una
miniresidencia, propuesta por el director. La dramatización seguirá las mismas
pautas que la utilizada en equipos reales. Finalmente se realizará un eco
grupal y un debate sobre los efectos (positivos, negativos, contradictorios) que
esta metodología produce en los equipos.
Objetivo: que
los participantes aprendan la metodología de la supervisión activa en
residencias de salud mental y puedan vivenciar los efectos que surgen al trabajar
el rol profesional mediante escenas reales o construidas por el equipo.
Introducción
El presente trabajo está basado en
el acción que se realizó durante tres meses en dos residencias de atención a
personas con enfermedad mental grave y crónica en la Comunidad de Madrid. El
trabajo consistió en una serie de “simulacros” dirigido mediante técnicas de
psicodrama, referido dos tipos de situaciones: imprevisibles y cotidianas. Esta intervención se centró en el cambio a
tres niveles: Factores Cognitivos (mediante grupos de trabajo y protocolos),
Factores Emocionales y Motivacionales (mediante rol playing y dinámicas), y Factores conductuales u orientados a la
acción (mediante la representación de escenas cotidianas y temidas). El
resultado fue un aumento de la conciencia individual y grupal de los estilos
vinculares, de los límites de la intervención,
que concluyo en una reflexión sobre estilos de intervención
institucionalizados de los cuales no se tenía conciencia en el centro.
Contexto de la intervención
La experiencia que se presenta a continuación es el resultado del trabajo
por uno de nosotros con dos equipos de mini residencia pertenecientes a la red
de rehabilitación psicosocial para personas con enfermedad mental grave y
duradera, pertenecientes a la Consejería de Políticas sociales y Familia,
Dirección General de Atención a personas con Discapacidad de la Comunidad de
Madrid, que supervisaba en ese momento.
La demanda de intervención surge directamente de los miembros de los equipo
ante dos situaciones de violencia que acontecen en ambas residencias en un periodo de no más de dos semanas. En ambas situaciones los equipos se ven
involucrados en situaciones que desbordan el esquema de trabajo, así como los
protocolos de acción a disposición para este tipo de eventualidades. El equipo en ambos casos se rompe y actúa desordenadamente.
Asistimos a la primera miniresidencia al poco tiempo de ocurrida la situación
de violencia, en la que un usuario asalta a un educador en la escalera del
centro, lo tira al piso y le pega patadas, antes de que llegue la policía y
reduzca al agresor.
En esta situación que vamos a denominar Escena 1, participan dos educadores.
Junto con ellos se reproduce psicodramaticamente la escena, y se va trabajando
paso por paso lo sucedido. Para ello se recurre a técnicas habituales del
psicodrama como el soliloquio, el doblaje, el espejo, el cambio de rol y la
multiplicación dramática.
Finalizada la dramatización de la Escena 1 los profesionales implicados
trasmiten los aspectos positivos y conflictivos de la experiencia, que les ha
permitido una mejor comprensión de lo producido, identificar las acciones que
se podrían haber realizado de otra manera, e ideas para que no vuelva a suceder
una situación similar. A las dos semanas de la intervención ocurre una
situación similar con un usuario que mediante la violencia y las amenazas
desborda al equipo, que se rompe y actúa desordenadamente, a pesar de disponer,
también en este caso de protocolos para este tipo de eventualidades.
Se analiza, que como en el caso anterior, el equipo conocía el protocolo,
pero lo repentino de la situación desborda la capacidad de actuación de este experimentado equipo. Se
valora nuevamente una intervención mediante técnicas psicodrámaticas.
En esta ocasión, sumando la experiencia anterior ya obtenida, se propone
realizar un grupo de trabajo en el que participarán las directoras de las dos
residencias, el personal técnico y los profesionales implicados en ambas
situaciones.
El objetivo que se propone el grupo es crear un sistema de Simulacros que
permita dotar a los equipos de la experiencia vivencial que les permita actuar,
parafraseando a Moreno "de una manera adecuada ante una situación nueva y
de una manera creativa ante una situación conocida", es decir, generar en
los equipos un sistema de trabajo/entrenamiento que permita tener a los
profesionales preparados para actuar de manera organizada y coordinada ante
situaciones críticas.
La Escena 2 consiste en que un usuario entra en el despacho de educadores
mostrándose agresivo verbalmente con ellos (eran 4), llega a coger una silla
amenazando con golpear a uno de ellos. De manera inesperada deja la silla, sale
del despacho y aparece con una barra de hierro amenazando con romper los coches
dirigiéndose a la salida del centro. Una de las educadoras reacciona
interponiéndose entre él y los coches para evitarlo.
Se planifica una acción en dos fases:
1) Revisión de los protocolos, selección por importancia y área de
aplicación, mediante un trabajo colectivo de revisión en el que participa todo
el equipo.
2) Creación de un sistema de simulacros basado en técnicas psicodramáticas
que permita dotar a los equipos d ela experiencia vivencial, al menos dos veces
al año para entrenar al equipo en dos tipos de situaciones:
a) Situaciones puntuales y repentinas (el
contenido de estas producciones dramáticas toma la forma de un trabajo de
escenas temidas por lo que también se podrían denominar de esta forma)
b) Situaciones habituales (escenas cotidianas
que se ponen en juego en una residencia en donde la relación terapéutica asume
diferentes formas y requieren diferentes habilidades para su manejo).
En el presente trabajo nos centraremos en la fase 2: Creación de un sistema de simulacros basado en técnicas psicodramáticas
La sesión dura 2hs pudiendo extenderse media hora más en casos puntuales.
En él participan trabajadores que asisten de forma voluntaria, aunque se incentiva
la participación en los casos que las resistencias están relacionadas por el
miedo a la exposición y a la crítica. La participación en principio es
recomendable pero voluntaria.
Las sesiones se han realizado con un máximo de 14 participantes por grupos
(en función de la sala y la disponibilidad del equipo) y se divide en las tres
etapas habituales: caldeamiento, dramatización y eco grupal.
La construcción de la escena se realiza mediante la metodología del teatro
espontáneo
La construcción de escenas comienza siempre por un caldeamiento de los
participantes que permite orientar la producción a las escenas de tipo a) o b).
Se van introducciones cuestiones relacionadas con situaciones reales y se
propone de forma grupal o individual (según la cantidad de asistentes) y si
esta va a referirse a situaciones puntuales o habituales.
Un protagonista construye la escena y elige a los actores para que la
representen, con la salvedad de que puede incluirse en cada uno de los papeles
si así lo desea para explorar los diferentes roles en juego.
Las escenas que suelen ser más viñetas que historias, se representan en
primero lugar de corrido para tener una visión general de la narración. A
partir de aquí se reproduce recurriendo a técnicas pscodramáticas como el
soliloquio, el espejo, el cambio de roles y la multiplicación dramática.
La escena se va deteniendo en situaciones que podrían llamarse nudos por
que contienen una gran carga afectiva y de significación. Mientras la escena
esta detenida se permite también a los
actores la posibilidad de experimentar ocupar diferentes personajes y probar
alternativas de intervención. Es regla del juego que ninguna alternativa se
considera mejor o pero sino que sirven al equipo para explorar diferentes
opciones, sean estas "realistas" o "fantaseadas", incluso cómicas (cada alternativa aporta sus beneficios al
grupo y a su capacidad de aprendizaje).
En ciertos nudos donde la escena se traba, se interviene mediante multiplicación
dramática, cambiando el sentido de la escena y produciendo un efecto creativo
en el grupo.
Finalmente mediante un eco grupal, cada participante manifiesta como se ha
sentido en los diferentes roles en los que ha participado.
El director (y el observador en caso de haberlo) hacen un recorte de lo sucedido que puede
remitir a una síntesis o a un señalamiento de emergentes a tener en cuenta para
seguir trabajando,.
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