sábado, 26 de agosto de 2017

Qué es la Psicología Relacional



La Psicología Relacional no es una escuela teórica, sino que es el resultado del aporte de la transformación sucedida en diferentes escuelas a partir de la transformación epistemológica y tecnológica producida a partir del siglo XX, en la que según el paradigma tradicional, la unidad de estudio era un objeto que debía aislarse del contexto al modo de la física, mientras que en el nuevo paradigma la unidad de estudio es las relación y las interacciones que el objeto establece con su entorno y consigo mismo. 

En la clínica esto significó pasar del estudio del individuo, el inconsciente y  la conducta, al estudio de sus relaciones: el grupo, el vínculo y el rol.

El movimiento relacional en Psicología cobra verdadero ímpetu a partir de los años 50 con la revolución de la cibernética de Norbert Wiener, y el consecuente surgimiento de la Teoría Sistémica, el Psicoanálisis Relacional, el Psicodrama y la Psicología Social.  

Sin intentar hacer un listado exhaustivo, sus principales referentes son:
  •   Teoría Sistémica: Karl Ludwig von Bertalanffy, Jakob von Uexküll, Gregory  Bateson, Paul Watzlawick, Humberto Maturana entre otros.
  • Psicoanálisis Relacional: Donald Winnicott, Jhon Bowlby y Enrique Pichón Riviere.
  • Psicodrama: Jacobo Levy Moreno.
  • Psicología Social: Kurt Lewin (Grupos T), Carl Rogers (Grupos de Encuentro), entre otros.

Me parece una curiosidad el hecho de que esta revolución haya sido llevada a cabo en su mayoría por europeos emigrados, médicos y biólogos, éste es un interrogante abierto a futuros investigadores que quieran resolver este acertijo.

Más allá de la escuela que la encuadre (psicoanálisis, sistémica o psicodrama), la Psicología Relacional se define por los siguientes puntos:

  • Se caracteriza por un enfoque vincular. El vínculo incluye aspectos conscientes e inconscientes de la relación así como la forma en que estos se ponen en juego.  
  • Disuelve la asimetría tradicional terapeuta-paciente, la clásica autoridad del terapeuta es sustituida por una respetuosa exploración conjunta de una realidad, que terapeuta y paciente van co-construyendo mutuamente.
  • El foco de la exploración está puesto en el aquí y ahora de la relación terapéutica, siendo tan importante, como vía de trabajo, la comunicación verbal como la no verbal, así como los aspectos emocionales como discursivos.
  • El sujeto es la expresión de una matriz relacional constituida por la historia de relaciones que se han tenido a lo largo de la vida. La conducta es el resultado adaptativo de aquellas experiencias.

A partir de aquí considero fundamental para el desarrollo de la Psicología Relacional la clínica de los roles y contraroles (vínculo) abordadas desde el análisis de escenas internas e internas, fácilmente accesibles a partir de las narrativas del paciente como de las construcciones no verbales que cobran luz gracias a técnicas activas como la dramatización, la escultura y otras técnicas psicodramáticas.

 También quiero destacar la importancia de la Espontaneidad como elemento liberador, premisa de cambio, objetivo de intervención, y como requisito necesario para lograr un estado de Salud.

El estudio de la forma en que las escenas internas y los roles adquiridos a lo largo del desarrollo, limitan la espontaneidad y, con ella la capacidad de crear y resolver situaciones nuevas o conocidas, abre un camino de exploración que no se circunscribe solo a lo que a la persona le pasa, sino que también abarca aquello que la persona hace con ello.

Como interrogantes abiertos para nuestro joven paradigma están los siguientes dos dilemas:   ¿el yo surge de rol tras un proceso de diferenciación de la matriz de identidad o son los roles los que surgen de las diferentes puestas en escena del yo?, la segunda cuestión es si detrás de los personajes creados a lo largo de nuestra historia de relaciones para adaptarnos al medio (que constituyen nuestro yo operativo o falso self), ¿hay un yo verdadero (o verdadero self)  o es que solo tenemos a nuestra disposición una multiplicidad caótica de yoes que pueden actuar de forma más o menos creativa y flexible según la situación, como diría Kheneth Gergen de la mano de Oliverio Girondo (un cocktail de personalidades)?.

Estas son preguntas propias de un campo en desarrollo, que por su mera formulación dan cuenta de un espacio existente y necesario, actual y contemporáneo, donde lo múltiple y la diferencia habitan creando una nueva etapa para la investigación clínica, más acorde a esta época de redes sociales y desarrollo permanente de tecnologías de relación.


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