viernes, 30 de agosto de 2013

Apuntes VIII: Parte 6. Antonio Tarí: Notas sobre el trabajo grupal en los dispositivos de rehabilitación. Antonio Tarí

Parte 6

Hablando de la comunicación

Inicialmente como decíamos la comunicación es casi inexistente, predomina la autoprotección, los pacientes no se relacionan entre sí, ni con el terapeuta de manera significativa. Se caracteriza por el silencio o los pensamientos idiosincrásicos.

El líder del grupo es el iniciador de una cultura grupal suficientemente buena, que considera a los pacientes como sujetos de palabra en contraposición a la mirada cosificante, desvalorizadora e infantilizante con que habitualmente han sido tratados. Dicha cultura será internalizada progresivamente y reproducida entre ellos potenciando su acción.

 Una tarea particularmente importante en este momento es analizar de forma constante los esfuerzos comunicativos idiosincrásicos para que el paciente pueda  buscar y aprender modalidades comunicativas alternativas socialmente aceptables.

Cuando los  pacientes empiezan a comunicarse lo hacen casi exclusivamente con el terapeuta, ya que este es la única persona significativa para ellos. Este tipo de comunicación tiende a mantenerse a lo largo del proceso y  se agudiza en aquellos momentos de conflicto.

Paulatinamente se va tolerando la presencia de los compañeros, y va surgiendo un sentimiento de pertenencia, de tener algo en común, aunque las soluciones, las opiniones que cuentan en relación con las dificultades sólo puede venir del terapeuta. No se espera que la opinión del otro puede ser una ayuda. Es de nuevo la actitud del profesional la que sostiene el “valor” de la comunicación y la observación entre iguales que tanto contribuye a combatir el estigma externo y “el estigma interno” (Carozza, P.).

Durante el grupo se estimula a los pacientes a que comuniquen y compartan sus experiencias, que compartan y discutan sus estrategias, que establezcan una reciprocidad opinando sobre lo que dicen y hacen los otros en un contexto emocional de ayuda, ya que realizándolo los ayudan a conocerse y a cambiar.

Observamos un pasaje de una comunicación radial con el terapeuta (relacionada con la intensa dependencia), a un progresivo hablar y escuchar para todos.

Las intervenciones en este vector irán destinadas a apoyar  la libertad y expresión de sentimientos y deseos que surjan en dicho espacio, y quizás lo más difícil es permitir y capacitar la expresión de críticas, oposiciones o incluso expresar los aspectos agresivos de una manera controlada.

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