martes, 9 de octubre de 2012

Introducción de Susi Kuras al libro "Acompañamiento Terapéutico en España"



  Presentación: Susana Kuras de Mauer[1]                          
                                           “ Mientras existan libros, nadie tendrá jamás
                                           la  última palabra”. J. B. Pontalis


 Acompañar el nacimiento de este nuevo libro es una celebración privilegiada en más de un sentido. Estamos frente a un testimonio contundente del crecimiento y la expansión del acompañamiento terapéutico. Aquí el lector se encontrará con  textos de colegas de distintas latitudes que fueron tejiendo una malla, entramada en la “clínica de lo cotidiano”, como bien la denomina Leonel Dozza. Esta vasta trayectoria de experiencias está a su vez  construida sobre un fundamento sólido, pleno de sentido.  Sostener que la enfermedad no puede ser pensada por fuera del sujeto que la encarna y del contexto familiar y social del que forma parte ha incidido en el surgimiento del acompañamiento terapéutico. El acompañamiento como propuesta alternativa buscó desde sus comienzos trabajar para recuperar la dignidad del ser humano ignorada en la asistencia  asilar. La reclusión, la medicalización amordazante,  las etiquetas diagnósticas alienantes, necesitaron de fuertes  denuncias y corrientes comprometidas en desmanicomializar a sus enfermos para ayudarlos a encontrar nuevamente el sentido de vivir en sociedad.    
    Los textos y autores que reúne este libro inaugural en España, dan cuenta de una cosecha  grupal y polisémica. La  escena de escritura en nuestra profesión,- y esta es una de las razones para celebrar al libro,- no es un eslabón más  que aporta a su enriquecimiento. Es en  la dimensión de  la escritura donde  la inscripción, la conceptualización, la legitimación y la transmisión se pueden plasmar.
 Poder  relatar con pluma propia experiencias asistenciales como las aquí narradas, con familias disfuncionales, con pacientes discapacitados,  en caminatas terapéuticas, con niños judicializados y otras fructíferas aplicaciones,  evidencia la capacidad transformadora del Dispositivo de Acompañamiento. La energía, creatividad y pasión con la que los Ats invisten el ejercicio de esta profesión  la ha vigorizado y dignificado  especialmente.  A su vez al escribir y publicar estas cruzadas clínicas,  la proximidad del Vínculo AT- paciente  se relativiza, tomando el At una cierta distancia y  una mayor conciencia,  que redunda en  una actitud de cuidado de  la tarea y  de sus protagonistas. El exhaustivo capítulo escrito por Marisa Pujes referido al abordaje de pacientes con déficit en su capacidad intelectual da cuenta de ello.  Durante largos años la siembra se hizo a través de la formación , siempre entrelazada a las experiencias en el campo clínico . Cursos, talleres, supervisiones y  congresos fueron los polos de capacitación que entrenaron a jóvenes profesionales con la consistencia que este dispositivo requiere para su ejercicio.  Hemos tenido la oportunidad con Silvia Resnizky de participar activamente en  Zaragoza, Madrid, Barcelona  en cursos y publicaciones sobre acompañamiento desde 1987 donde trabajamos en forma conjunta con Leonel Douza y Marisa Pujes, autores hoy de este nuevo libro[1]. Quienes nos sumamos al acompañamiento terapéutico pensamos en modelos  de pensamiento abiertos a lo heterogéneo y cambiante, en libertad, no en el encierro para el abordaje en salud mental.
   En los sucesivos capítulos del libro vamos recorriendo con sus autores propuestas inéditas que dan cuenta de la  expansión  del AT y del corpus, como lo despliega exhaustivamente Alejandro Chevez, que  lo vertebra en sus múltiples campos de aplicación. Más allá de la heterogeneidad de abordajes, interpreto que hay consenso en la idea de que el acompañamiento es un dispositivo que sólo es concebible en el seno de un equipo interdisciplinario. Su labor es, desde esta perspectiva, siempre con otros, con quienes comparte una estrategia. Su función es  asistencial y se propone como  terapéutica. Aun cuando los profesionales con los que comparte la  tarea no sean  colegas del campo de la Salud Mental, me refiero a docentes, jueces , psicopedagogos, su inserción es dentro de un equipo. Recientemente me han preguntado por qué nos resistimos a pensar al acompañamiento como una profesión independiente y sin vacilar respondí que me resulta  impensable. Propuse entonces compararlo al quehacer de un anestesista en un equipo quirúrgicoo. Nadie duda de la función relevate del anestesista a la hora de una cirugía, pero nadie duda tampoco que sin un equipo alrededor su herramienta pierde sentido.    El trabajo de historización es  un capítulo ineludible en todo escrito sobre acompañamiento  terapéutico, Construirse un pasado, como decía Piera Aulagnier, ayuda a ir hacia delante. Pero, también  es  riesgoso atarse a una mirada monofocal y estática de los comienzos. Más aún, insistir en hacerle un ADN para fijar la paternidad del tema , no parece ser una idea interesante.  En mi experiencia personal en Argentina, fue el empuje de Eduardo Kalina y su convicción de que pensar en abordajes múltiples es  indispensable para trabajar  con pacientes muy perturbados,  aquello que atesoro como fundante. Desde entonces me siento formando parte de la estructura emocional del acompañamiento, y quizás por eso me honra esta invitación a presentar este nuevo aporte a nuestra biblioteca de Babel. Pertenecer a la prehistoria ágrafa del acompañamiento era en los tempranos años 70 un desafío complejo, justamente porque las experiencias clínicas eran cuasi épicas y el intercambio  entre distintos polos de pertenencia era aun informal. Como sucede en los procesos que prosperan, a tal prehistoria le sucedió una etapa de conceptualización y de allí en más se hizo necesaria la filiación, la pertenencia institucional y el intercambio  fraterno, ya hoy global, del acompañamiento.La formación  académica del AT, tal como se plantea en el capítulo referido a este tópico,  requiere de varios ejes que la sustenten. Aspectos teóricos, técnicos y clínicos  vertebran los proyectos de capacitación. Hoy la duración y variedad de propuestas es aun demasiado heterodoxa. Las pasantías donde los acompañantes van entrenándose, constituyen un eje fundamental para su capacitación. Las supervisiones  tanto individuales  como grupales van ayudando sin duda a afinar el instrumento.Con respecto al análisis personal del AT, tema sobre el que se preguntan  en forma recurrente quienes se interesan en este quehacer, hay variedad de criterios. Por mi parte creo que  esta profesión requiere que quienes la  ejerzan se analicen,  por su resguardo y el de sus pacientes, .  El nivel de exposición a la intensidad del padecimiento de quienes piden nuestra asistencia es alto, y no tenemos delantales de plomo que nos protejan de la toxicidad emocional que la tarea conlleva.
  Así como en los comienzos  enfatizamos el rol del AT y su eficacia clínica hoy  pensamos al acompañamiento en términos de Dispositivo. El concepto de dispositivo ha permitido redimensionar el acompañamiento en tanto hoy es mucho más que una herramienta terapéutica. Foucault , desde la filosofía, acuña el concepto de dispositivo para dar cuenta de un entramado complejo de discursos, prácticas, saberes, instituciones, etc., que en virtud precisamente de su capilaridad tienen fuertes efectos normalizadores sobre los individuos y las poblaciones. Todo su esfuerzo en captar y describir el modo de funcionamiento de estos dispositivos,  apunta a que quienes se encuentran inmersos en ellos encuentren las grietas o los "puntos de problematización". Pensado desde el acompañamiento, la dimensión del dispositivo, abarca tanto al vínculo AT- paciente, como a los procesos siempre en desequilibrio que ellos recorren, a sus enunciados, a los discursos que lo sostienen , a las instituciones que lo regulan, así como a la red de relaciones que se entablan entre ellos.[2]
   Para finalizar, invito al lector a explorar y acompañar el recorrido de este libro amplio y nutricio en experiencias que contemplan la atención integral de la salud (mental en este caso) en sus distintas fases: prevención, recuperación y rehabilitación.
[1] Psicoanalista. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional.
 E-mail: susimauer@gmail.comPublicado en "Acompañamiento Terapéutico en España", Editorial Grupo 5, Madrid 2012.[2]"Drogadicción y Acompañamiento terapéutico"Revista Española de drogadependencia. Valencia, Junio 1987
JORNADA DE TRABAJO INTERDISCIPLINAR SOBRE ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO en el marco del PROGRAMA DE COOPERACION CON IBEROAMÉRICA. FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN SALUD MENTAL. Coordinación: Dr. Valentín Barenblit. Realizada en la sede de IPSI, (Centro de Atención, Docencia e Investigación en Salud Mental, Centro de Formación Psicoanalítica)2004TALLER CLINICO sobre APLICACIONES DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPEUTICO realizado en Madrid en la ESCUELA UNIVERSITARIA DE ENFERMERIA (Directora: Azucena Pedras Marco), en la Especialidad de Enfermería Psiquiátrica, HOSPITAL SEVERO OCHOA, Leganés 2004CONFERENCIA Y COLOQUIO: ABORDAJES MULTIPLES. EL LUGAR DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO Lugar de celebración: Centro Cultural “Aurelio Aguirre” de Conxo. Campo da Igrexia s/n 15706 Santiago de Compostela [3] Ël acompañamiento terapéutico como dispositivo”en coautoría con Silvia Resnizky. Letra Viva, Buenos Aires 2011




No hay comentarios: