Transcurridos algunos años
ya desde los primeros pasos del equipo de la Comisión I+D+i de Grupo 5 RPS, y en el umbral de su
consolidación institucional como espacio de encuentro, intercambio y desarrollo
de investigaciones, proyectos compartidos y formación, surgen cuestiones más
específicas relacionadas con las condiciones que posibilitan la motivación y el
crecimiento de nuevas propuestas y aventuras relacionadas con la investigación.

No es un factor secundario el hecho de que absolutamente todos los
profesionales de nuestros centros trabajen en equipo, sino que es la
metodología que elegimos para afrontar los problemas complejos que nos presenta
la atención cotidiana a personas con trastornos graves y crónicos relacionados con
la salud mental. El equipo es el contexto nuclear de todo lo que acontece
entorno a las acciones que emprendemos con las personas que atendemos, el nido
de todas las ideas, y la cocina donde, acciones e ideas, se ponen en común y se
convierten en proyectos de transformación social. Podemos decir sin dudar, que
el equipo es la piel de la intervención que se realiza en los centros, ya que
entendemos que el trabajo multidisciplinar es la vía adecuada para alcanzar
nuestros objetivos.

Los equipos son organismos vivos en continua relación dialéctica con su entorno, que a su vez, se constituyen como verdaderos espacios intersubjetivos que se alinean para realizar una tarea. Suponen un territorio ocupado por procesos propios de lo individual, lo grupal y lo social, y por lo tanto representan una zona en conflicto que debemos contemplar. Es por ello, que el equipo es ante todo, un campo político en el que competencias, intereses y discursos entran en juego, afectando no solo la eficacia de las intervenciones y el estilo con que nos acercamos al sufrimiento subjetivo de las personas con las que intervenimos, sino también el rendimiento individual de los trabajadores, pudiendo afectar su salud física y social. Efectivamente, el equipo puede constituirse en un factor protector para sus miembros y para la intervención, como en un estresor negativo.
Es por esta razón que es importante estudiar los factores
que afectan el rendimiento y bienestar de la intervención en nuestros
equipos. Parafraseando a Eva Muñiz, psicóloga del Centro de Rehabilitación Laboral de Latina, los
equipos también son impredecibles, su funcionamiento está influido por
múltiples variables a las que no tenemos acceso. La investigación sobre el Rendimiento de los Equipos de Rehabilitación Psicosocial, actualmente en marcha gracias a la colaboración con la Facultad de Psicología de la Universidad
Complutense de Madrid, es un puente que nos permitirá aproximarnos a estas
variables, estudiarlas y llegado el momento, intervenir sobre ellas, con el fin
de influir positivamente en el devenir de los equipos, en su rendimiento, así
como en las condiciones de trabajo de los profesionales y la consecuente
mejora en el trato a las personas que atendemos.
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