En esta ocasion, presenté un caso clínico trabajado por el EASC de Tetuán referido a un paciente jovén que venimos tratando en colaboración con diferentes recursos desde 2008.
Si el llamado “movimiento antipsiquiátrico” no puede reducirse a un solo “movimiento”, ya que representa la reorganización desde diferentes lugares y teorías, de la concepción que se tenía hasta el momento del lugar del paciente en relación a su tratamiento; la Intervención Temprana en Psicosis (desde ahora ITP) tampoco es asimilable a un solo modelo, (el concepto modelo multifactorial no resume el total de su experiencia), ni a una sola concepción teórica, dado que representa el regreso de antiguos principios que contemplaban la recuperación del enfermo, en su contexto, con su familia, como una posibilidad.
Los cambios propuestos por el “movimiento antipsiquiátrico”, por diferentes razones (fundamentalmente razones económicas), no terminaron de consolidarse. Como en aquel momento, el destino de la ITP, corre el riesgo de convertirse en la caricatura de lo que intenta ser.
En este marco de ebullición, desde la Comisión de Docencia del Salud Mental, ha tenido el intencionado acierto de organizar las XI Jornadas de Salud Mental bajo el título Programas de Intervención Temprana en las Psicosis, brindando así el espacio a las iniciativas que actualmente están desarrollándose en Salud Mental, y en las que Grupo 5 estuvo presente, a través del la presentación realizada por el Equipo de Apoyo Social Comunitario de Tetuán.
La presentación estuvo dividida en dos partes, la primera referida a programas consolidados y la segunda centrada en las experiencias de la red madrileña de salud, condensadas en la presentación del EASC.
Un tema que atravesó todas las ponencias fue acerca del dilema entre crear nuevos servicios de ITP (con la consecuente dificultad de obtener financiación estatal en una época de recortes) o adaptar los servicios existentes (planteando ambiciosos objetivos de reorganización y formación del personal dedicado).
Víctor Rivelles, responsable del “Programa del Hospital de Día de Almería”, desde el marco del Centro de Salud, mostraba los enormes resultados obtenidos a partir de un pequeño grupo de tres profesionales, las intervenciones abarcaban el amplio espectro de la ITP, sensibilización, intervención socio comunitario, y tratamiento. Jordi Cid, coordinador del “Equipo de psicosis incipiente de Girona”, centró su intervención en la reorganización a través de la planificación organizacional y la reestructuración de las funciones y el horario/dedicación de los profesionales de los distintos centros de Girona, también con buenos resultados. A diferencia del primero, hizo hincapié en el aspecto positivo de separar los Centros de Intervención Temprana de los Hospitales Generales o de Salud Mental.
Los excelentes resultados obtenidos por el equipo de Diego Figueras, jefe del Hospital de Día Ponzano, por su parte, representan la síntesis de la necesidad de una praxis plural en ITP, integrando en sus programas diferentes herramientas conceptuales y prácticas sobre la base de la teoría de los “Grupos Multifamiliares” de Jorge García Badaracco, de corte psicoanalítico, centradas en el proceso familiar y el vínculo.
Un dato interesante a tener en cuanta fue que, tanto el Dr. Rivelles como el Dr. Figueras, concordaban en la discordancia entre el período de enfermedad sin tratar (desde ahora DUP) detectado por los instrumentos de medición y el DUP real, obtenido una vez consolidado el vínculo con los usuarios a través de entrevistas sociales. Lo importante de este hecho es que, al menos en mis búsquedas bibliográficas, no es un tema que figure en la bibliografía de la ITP, a la vez que cuestiona la precisión de los instrumentos de medición estandarizados.
La segunda parte de las Jornadas tuvo como coordinador de mesa a Rubén Andreo Cánovas Director del Centro de Día y EASC Alcobendas. Abrió esta parte el Dr. Prudencio Rodríguez Ramos del Servicio de Psiquiatría Infanto-juvenil del SSM de Tetuán, quien bajo el título “Encrucijada en la adolescencia e incertidumbre en la clínica”, remarcó, en concordancia con los estudios actuales, la prevalencia relativamente alta de síntomas psicóticos y depresivos en jóvenes, en relación con la población adulta, y el hecho de que no necesariamente esto significa una evolución inevitable a la psicosis, lo cual introduce cierta incertidumbre clínica a la hora de definir cuadros prodrómicos en la población infanto-juvenil.
Las jornadas se cerraron con la exposición de Pilar Nieto y Ma. Fe Bravo en torno a las dificultades en el Área de implementar algunas de las propuestas presentadas como la de Jordi Cid, así como establecer próximamente espacios referidos a la ITP en el que se incluyan aquellas iniciativas, como la del CSM de Fuencarral, que no tuvieron cabida en esta oportunidad por cuestiones de tiempo y espacio.
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