miércoles, 29 de septiembre de 2010

AT en Centros de Rehabilitación. Conferencia en el Colegio de Trabajadores de Madrid

El 23 de setiembre Andrea Montuori, trabajador social del EASC de Colmenar Viejo me invitó al Colegio de Trabajadores Sociales para dar una charla sobre Acompañamiento Terapéutico (AT) para los trabajadores del Plan de Rehabilitación.
En esta ocasión decidí organizar la presentación como un taller, desarrollando aquellos puntos que mas resonaban en los presentes.
Salieron cuestiones relacionadas con la dependencia, los objetivos y metodología del acompañamiento, y sobre todo la pregunta en torno a como aplicar esta técnica en el trabajo diario.

Los planteos son tan interesantes, que me he puesto a trabajar en dos artículos relacionados con el "vinculo terapéutico" y el "encuadre", dos conceptos poco difundido por estas latitudes.

Siguiendo la línea de otros artículos de este blog, en la que diferencio el AT como disciplina y el AT como técnica, llegamos a una reflexión muy interesante que es precisamente lo que quiero trasmitir.

Si bien es cierto que el AT como técnica marca referencias muy precisas en torno a como debe establecerse la relación con el paciente, la posición del profesional, el encuadre, y la consigna estratégica de intervención (en contraposición con los objetivos), facilmente asimilable, con un poco de trabajo y estudio, para un trabajador del ámbito socio comunitario. En el caso de quienes trabajan en un centro con talleres o grupos terapéuticos fijos como en los Centros de Día (CD), Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS), Miniresidencias (MR), le es mas difícil de entender, y he encontrado, me parece un solución bastante didáctica.

La técnica de AT aporta en estos ámbitos un elemento fundamental: una escala de prioridades metodológicas, en la que en primer lugar se haya el trabajo sobre el vínculo con el paciente con la institución y con el grupo.

¿Qué quiere decir esto?, ¿el AT es una escala de prioridades?. Efectivamente.

En nuestro trabajo habitual, en rehabilitación, nos encontramos por lo general con tres tipos de objetivos: los referidos a la autonomía, aquellos que valoran la interacción social y los que incluyen el trabajo familiar.

Encontraremos en los primeros, obetivos ligados al manejo de la enfermedad, habilidades sociales básicas e instrumentales relacionadas con el funcionamiento cotidiano (higiene, movilidad, tratamiento). En los segundos se incluyen habilidades de comunicación y experiencias socio comunitarias reproducidas artificialmente a través de dinámicas de grupo o in vivo en la comunidad. Por ultimo aquellas referidas a la emoción expresada y a influir en la dinámica familiar.

Incluir la técnica de AT en el trabajo cotidiano en estos Centros, significa aceptar que el objetivo principal y primero de toda intervención posible es:
- Generar un vínculo positivo y de confianza con el equipo y con el grupo.
- Establecer un encuadre que facilite la inclusión del paciente en el grupo y en las actividades.
- Crear un espacio de dialogo para que el paciente pueda dar su opinión y canalizar sus diferencias.

Para esto último se debe atender (e incluir en la intervención) a los espacios formales (pautados previamente por la institución) e informales (puerta de la institución, zona para fumar, la esquina....) que puedan facilitar el encuentro con el paciente, y la selección de un profesional de referencia que organice esta información.

En conclusión, y para comenzar, podemos decir que incluir la Técnica de AT, en marcos estructurados implica adoptar la "escala de prioridades metodologicas" propias de acompañamiento terapéutico, significa aceptar que el vínculo con el usuario es la base fundamental de todo trabajo posterior, y el terreno donde se asienta toda intervención posible, las intervenciones iniciales para un paciente nuevo irán guiadas por este principio (consigna estratégica) absteniéndonos, por lo tanto, de abreviar los tiempos del paciente para cumplir otros objetivos que pudieran parecer "mas necesarios", desde el punto de vista del profesional.

Este primer momento que daría nombre a la primera fase de la intervención o "Fase de Vinculación" es contínua a lo largo del tratamiento, y quedaría consolidada en cuanto hay una aceptación, por parte del paciente, del encuadre de trabajo dentro de la institución, lo que determinaría el momento de avanzar sobre otros objetivos del Plan Idividualizado de Atención Psicosocial, documento guía, muy común en estos centros.

Me doy cuenta que esta afirmación conviene fundamentarla debidamente, por esta razón estoy trabajando, como decía antes, en dos temas (vínculo y encuadre) que espero sean aclaratorios y faciliten la justificación de implementar esta técnica.

Saludos

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