Texto de Graciela Jasiner, Directora del Instituto de investigaciones Grupales, . "¿Como coordinamos grupos?", descargado el 08/08/2014 de la página: http://www.ingrupos.com.ar/textos.html Argentina
Pensar la Subjetividad de
nuestra época, y ubicar la necesidad de
que el Coordinador, esté atento a su propia posición subjetiva, nos conduce a
la cuestión de las intervenciones del Coordinador.
Elucidar algunas de estas
cuestiones, permitiría desplegar el abanico de intervenciones. Si no, corremos
el riesgo de ritualizar nuestras prácticas.
Pichón Riviere llamaba
“unidad de trabajo” al trípode :
Existente-Interpretación-Emergente. Propongo sustituir, la idea de
Interpretación por la de Intervención.
¿Cómo intervenimos ?
Se tratará de
intervenciones que abran una disyunción,
un agujero, a un sentido consagrado, que abran el camino a un enigma, propiciando a la vez, “ligaduras” Subjetivas.
Proponía antes, la paradoja
como modo de escucha, y ¿por qué no, de intervención. ?
La temática de las
Intervenciones del Coordinador toma algo de la línea Intervención-Acción de los
orígenes de lo grupal (la micro sociología), y plantea un corrimiento de la
INTERPRETACION como niña bonita, baluarte hegemónico, de la operación
psicoanalítica.
Hasta hace pocos años, el
psicoanálisis que se preciaba de serlo, interpretaba, y además, lo
profundo, lo que se veía, y a través de la santa interpretación, accedía a la
gloria de la tan preciada visibilidad. El paciente seguía cargando con sus
síntomas en forma cada vez más florida ; los grupos arrasaban
singularidades, el Coordinador adjudicaba sentidos, desde el autoritarismo y la
soberbia, pero, ...eso sí, todo a la vista, todo interpretado.
Coordinadores oráculo, que
apresados en esta lógica, interpretaban al grupo “lo que les pasaba”, otorgando
sentido de forma violenta, apropiándose de las producciones colectivas y
arrasando las singularidades.
Como reacción a este tipo de
Coordinaciones surgió un nuevo estilo en lo últimos tiempos, que si bien tiene
el valor de haber devuelto al grupo su protagonismo y de haber abandonado los
lugares de certezas, a veces, entre un océano de preguntas, de infinitas
esperas para no “violentar al grupo”, pareciera haber olvidado que el
Coordinador es un operador, que interviene en el grupo, para propiciar,
que advengan condiciones de producción colectiva, pero que además, en tanto
operador, deberá imprimir una direccionalidad a sus intervenciones.
El Coordinador de un Grupo
no dirige a los sujetos, pero sí dirige, conduce un proceso.
Si bien proponemos un tipo
de Coordinación descentrada, corrida del
lugar de liderazgo, que sostenga las condiciones de producción y descongele los
sentidos cristalizados, usando una metáfora de Winicott : “el jinete debe
montar el caballo y no ser arrastrado por éste”.
El Coordinador dirige un
proceso grupal. Le otorga direccionalidad. Lo sepamos o no, las Intervenciones
que realizamos siempre operan en una dirección. Más vale entonces, comenzar a
problematizar este tema para que el caballo no nos arrastre.
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